Los adaptógenos, conocidos por su capacidad para ayudar al cuerpo a adaptarse al estrés y promover el equilibrio general, están ganando popularidad rápidamente en el mundo del bienestar. Estos suplementos naturales, que incluyen hierbas y hongos, pueden ofrecer una variedad de beneficios, desde mejorar la energía hasta fortalecer el sistema inmunológico. Si estás interesado en incorporar adaptógenos en tu día a día, en este blog te mostramos cómo hacerlo de manera efectiva y segura.
- Entender tus necesidades: Antes de incluir cualquier adaptógeno a tu dieta, es esencial identificar tus necesidades específicas. Los adaptógenos tienen diferentes propiedades y beneficios, por lo que conocer tus objetivos de salud te ayudará a elegir el más adecuado.
Para el estrés y la ansiedad se recomienda la ashwagandha y la rhodiola por sus propiedades calmantes. Para la energía y la resistencia, el eleuthero (ginseng siberiano) y el cordyceps pueden ser excelentes opciones. Y para la concentración y la claridad mental podrías elegir bacopa monnieri y lion’s mane.
- Consulta a un profesional de la salud: Es fundamental hablar con un médico o un especialista de la salud antes de comenzar a tomar adaptógenos, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes o estás tomando otros medicamentos. Esto asegurará que los adaptógenos sean seguros y adecuados para ti.
- Comienza con una dosis baja: Cuando empieces a incorporar adaptógenos, es recomendable comenzar con una dosis baja para ver cómo reacciona tu cuerpo. Puedes aumentar gradualmente la dosis según sea necesario y conforme a las recomendaciones del fabricante o de tu profesional de salud.
- Sé constante: Para obtener los mejores resultados, es importante ser constante. Los adaptógenos no son soluciones rápidas; su efectividad aumenta con el uso regular y continuo. Puedes incorporarlos en tu rutina diaria en varias formas: a través de tés e infusiones; suplementos en cápsulas o tabletas, en polvos para agregar a batidos, sopas o para mezclarse con agua; o en tinturas para tomar directamente o mezclar con agua o jugo.
- Escoge el momento adecuado del día: Algunos adaptógenos son más efectivos cuando se toman en ciertos momentos del día. La rhodiola y el eleuthero son ideales para comenzar el día porque aumentan la energía y la concentración. En la tarde, el cordyceps puede ser una buena opción para mantener un nivel constante de energía. Por otro lado, los adaptógenos relajantes como la ashwagandha y el reishi son perfectos antes de acostarse para promover un sueño reparador.
- Combínalos adecuadamente: Algunos adaptógenos trabajan mejor juntos. Por ejemplo, combinar ashwagandha con rhodiola puede proporcionar un equilibrio entre relajación y energía sostenida. Sin embargo, es importante no mezclar demasiados adaptógenos a la vez, ya que puede ser difícil determinar cuál está proporcionando los beneficios deseados.
- Mantén un diario de bienestar: Llevar un registro de cómo te sientes día a día puede ayudarte a evaluar la efectividad de los adaptógenos que estás tomando. Anota cualquier cambio en tu nivel de energía, estado de ánimo, sueño y cualquier otro síntoma que estés tratando de mejorar.
En conclusión, los adaptógenos ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud física y mental como reducir el estrés y la ansiedad, mejorar tu energía y resistencia, fortalecer tu sistema inmunológico, mejorar la función cognitiva y la concentración, regular problemas hormonales como la menopausia y el SPM y mejorar la calidad del sueño. Incorporarlos en tu rutina diaria, con la orientación adecuada y el conocimiento de tus necesidades específicas, puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida de manera significativa. Con paciencia y observación, podrás encontrar la combinación perfecta que funcione para ti.