La sensación de dolor muscular puede producirse por entrenamientos intensos o por ejecutar movimientos poco habituales para nuestro cuerpo. Si estás incorporando nuevos ejercicios a tu rutina o estás retomando actividades que no hacías desde hace mucho tiempo, es bastante común que experimentes molestias musculares.
Esto ocurre porque el cuerpo aún no ha logrado adaptarse a esos movimientos y las fibras musculares individuales no coordinan sus esfuerzos de manera eficiente comenzando a sobrecargarse rápidamente.
Esta sobrecarga tensa los músculos y genera pequeños desgarros en las fibras musculares, conocidos como micro desgarros. Esto no solo les ocurre a los principiantes; incluso los deportistas más experimentados pueden sentir estas molestias al probar una actividad diferente. Y es que lo que frecuentemente consideramos dolor muscular no es más que la sensación que tenemos cuando se alargan los músculos.
Las molestias no se manifiestan inmediatamente, sino unas horas más tarde. Los dolores más pronunciados suelen surgir entre 24 y 48 horas después de la sesión de entrenamiento. Sin embargo, no hay motivo de preocupación; ya que, por lo general, el dolor tiende a desaparecer rápidamente. Incluso en situaciones muy intensas, las molestias musculares suelen aliviarse en el transcurso de una semana.
Nuestro sistema muscular es sabio. Después de dos o tres sesiones de entrenamiento con la misma carga o realizando la misma actividad, suele acostumbrarse y mejorar su nivel de rendimiento.
Consejos para aliviar el dolor muscular
- Cuando empieces a ejercitarte, comienza con suavidad y aumenta gradualmente la intensidad. No olvides que el calentamiento es crucial; ya que prepara los músculos, ayuda a prevenir lesiones y dolores, y contribuye a un mejor rendimiento general.
- Si experimentas fatiga, es recomendable evitar ejercicios rápidos y explosivos; ya que el cansancio puede afectar la coordinación y disminuir la eficacia de las fibras musculares.
- Respetar la fase de descanso de nuestro cuerpo reduce el riesgo de rigidez muscular y ayuda a acelerar el proceso de recuperación.
- También existen remedios naturales y algunas prácticas que pueden ayudarte a aliviar el dolor. Realiza baños aromáticos, duchas de contraste alternando agua fría con agua caliente o asiste al sauna para relajar y desinflamar las zonas más afectadas.
- Colócate una buena loción estimulante mentolada y realízate un masaje en la zona afectada. Es importante que priorices la efectivad de los ingredientes naturales y de los beneficios que pueden traer para tu salud. También puedes incluir un rodillo de espuma para completar el tratamiento.
- Los alimentos antiinflamatorios pueden ser de gran ayuda para aquellos que sufren de músculos adoloridos y tensionados. Consumir cerezas, cúrcuma, jengibre, salmón y vegetales de hoja oscura puede ayudarte a aliviar el dolor y a desinflamar tu cuerpo.