La aromalogía es una técnica terapéutica que apuesta por el poder del sentido del olfato para estimular las funciones del organismo a nivel sensorial y extra sensorial. Cuando percibimos un aroma, nuestro cerebro comienza a liberar hormonas y neuroquímicos, que modifican la manera en la que nos sentimos y nos comportamos. De esta forma, los distintos aromas transmiten sensaciones que nos transportan a un ambiente agradable.
La disciplina de la aromalogía surge por el uso de aceites esenciales extraídos de hojas, flores, raíces y tallos. Estos se pueden usar por sí solos en terapias curativas y de relajación, pero también se aplican en la elaboración de velas aromáticas.
Desde hace muchos siglos, las velas han estado presentes en la historia del hombre. Los egipcios las creaban usando ramas a las que untaban con grasa de bueyes o corderos. Más adelante, en la edad media, se hacían velas con la grasa de distintos animales.
En aquellos tiempos las usaban sólo para iluminar, pero su olor era desagradable. Cuando se crea la electricidad, las velas perdieron su utilidad y comenzaron a agregarles distintos aromas, asociándolas más con el misticismo y la meditación.
Las velas aromáticas ayudan a revitalizar y crear un ambiente de armonía en nuestro hogar; pero también aportan variados beneficios para nuestra salud. Su uso ayuda a combatir la fatiga y el estrés, despejar las vías respiratorias, relajar la mente y el cuerpo, aumentar la concentración, combatir la depresión, mejorar la calidad del sueño y evitar el insomnio, aliviar los síntomas del resfriado y mejorar los dolores de cabeza.
Beneficios de las velas aromáticas artesanales
Actualmente, existe una gran variedad de velas con distintos procesos de elaboración: con ingredientes de origen natural, artesanales o de fabricación en serie a gran escala.
Las velas aromáticas artesanales son elaboradas a mano a partir de una base de cera (de soya, de coco o de abeja), enriquecida con aceites esenciales e ingredientes naturales que ayudan a lograr una buena combustión mientras desprenden un delicioso aroma. Este tipo de ceras poseen algunas ventajas sobre la parafina, que se utiliza normalmente para hacer las velas comerciales.
Las velas de cera de soya son 100% naturales, no son tóxicas y al calentarse no impacta en los niveles de CO2 del ambiente. Se consumen de 2 a 3 veces más lento y dan mayor luminosidad a los espacios. Su punto de fusión ronda los 48º.
Las velas de cera de abeja comienzan a fundirse a partir de los 60º. Su proceso de obtención es completamente limpio y saludable para las personas y para el medio ambiente. Tienen un delicioso aroma a miel que aporta bienestar, relajación y tranquilidad al cuerpo y la mente. Se consumen lentamente y duran más tiempo.
La cera de coco tiene un color natural agradable, no tiene aroma y se mezcla fácilmente con colorantes vegetales. Su combustión es más larga y pura. Guarda muy bien los aromas y los desprende de forma uniforme al quemarse y se funde rápidamente.
Ahora que conoces los beneficios de las velas aromáticas y las ventajas de elegir aquellas que hayan sido elaboradas de forma artesanal y con ingredientes naturales; te invitamos a elegir el aroma que más te guste y comiences a armonizar tu espacio y tu mente.