Cuando decidimos hacer una dieta y empezamos a investigar un poco, enseguida salta a la vista el término metabolismo. Seguramente habrás escuchado hablar de un conjunto de alimentos o ejercicios que lo aceleran y que en muchos casos se relaciona con la dificultad para adelgazar o con el repentino aumento de peso.
Pero, ¿qué es el metabolismo? El metabolismo es un conjunto de procesos físicos y químicos que ocurren en nuestras células y donde los nutrientes se convierten en la energía necesaria para que el cuerpo cumpla con todas sus funciones vitales: respiración, circulación sanguínea, regulación de la temperatura corporal, contracción muscular, digestión de alimentos y nutrientes, eliminación de los desechos a través de la orina y de las heces y funcionamiento del cerebro y los nervios.
Aunque está comprobado que el ritmo de nuestro metabolismo es genético, existen ciertos trucos para activarlo y conseguir un mayor gasto energético y con ello aumentar nuestra pérdida de peso.
- Bebe agua fría: Tomar suficiente agua aporta grandes beneficios para la salud, entre ellos, la quema de calorías. Nuestro cuerpo se mantiene a una temperatura media de unos 37º C, si el agua que consumimos está fría, el metabolismo se apresura a gastar calorías para calentarlo y equiparar su temperatura a la corporal.
- Incluye fibra en tu dieta: el consumo habitual de fibra ayuda a acelerar la quema de grasa hasta en un 30%. Para ello, la fruta se convierte en uno de nuestros mejores aliados.
- Realiza ejercicios cardiovasculares: Tanto las sesiones suaves de cardio, como los entrenamientos más intensos que alternan ejercicios de alta intensidad en tiempos cortos, favorecen la activación del cuerpo y la quema de grasa. Si tu ritmo de vida te impide acudir al gimnasio, trata de mantenerte activo el mayor tiempo posible. Cuanto más nos movemos, más energía gastamos y más rápido irá nuestro metabolismo.
- Incluye entrenamiento de fuerza: levantar pesas también quema calorías. Los expertos aseguran que la clave está en alternar entrenamientos con mancuernas más pesadas con descansos entre ejercicios.
- Controla el consumo de alcohol: cuando consumimos alcohol, nuestro cuerpo deja de quemar grasas. Además, el alcohol incrementa nuestro consumo de calorías. Algunas investigaciones sostienen que el metabolismo quema el alcohol primero, lo que implica que las calorías de la comida tienen mayor probabilidad de acabar siendo almacenadas como grasa.
- Consume té verde: Las bebidas estimulantes como el té y el café aceleran el metabolismo. El té verde disminuye los niveles de colesterol, es antioxidante y acelera la combustión de las grasas. Además, la cafeína tiene la capacidad para estimular el sistema nervioso central de nuestro cuerpo lo que nos ayuda a activar el metabolismo.
- Practica meditación: el estrés ralentiza el ritmo y nos hace quemar menos grasa. Practicar unas sesiones de meditación para calmar los nervios pueden convertirse en un gran aliado para el metabolismo.
- Aumenta el consumo de proteínas: Nuestro cuerpo tarda más tiempo y necesita más energía para descomponer y digerir las proteínas que para procesar otros nutrientes, por eso es importante incluirlas en nuestra dieta. Además, los alimentos ricos en proteínas ayudan a acelerar el metabolismo hasta en un 30%.
- Agrega alimentos picantes: la ciencia ha detectado que las especias, y en especial las picantes, ayudan a perder peso. Las personas que consumen alimentos con capsaicina (como el chile, la guindilla o la pimienta de cayena) duplican su gasto calórico después de la ingesta.
- Apuesta por las grasas saludables: Aunque no son alimentos quema grasa, los alimentos ricos en Omega 3 (pescados azules y mariscos) se consideran alimentos que aceleran el metabolismo. Este tipo de grasa poliinsaturada disminuye el nivel de colesterol total, reduciendo el riesgo de accidentes cardiovasculares y facilitando el buen funcionamiento del metabolismo.
- Dile sí al frío: Tanto los ambientes frescos como evitar la calefacción elevada en los meses más fríos o darse duchas de agua fría ayuda a acelerar el metabolismo. El cuerpo invierte parte de su energía en mantener su temperatura corporal y necesita quemar calorías para mantenerse en funcionamiento.
- Duerme bien: Existe un vínculo directo entre la falta de sueño y el metabolismo lento. De hecho, las personas con problemas crónicos para dormir son más propensas a la diabetes y a la obesidad.