Es muy común que los papás estén preocupados cuando llega la época de gripes y virosis. Muchos se preguntan cuál es la fórmula para que esto deje de ocurrir, y aunque nos encantaría tenerla, desafortunadamente, enfermarse cuando eres un niño es completamente normal.
Aunque no podemos mantener a nuestros hijos en una burbuja para evitar que se enfermen, sí podemos ayudarlos a prevenir enfermedades preparando su sistema inmunológico.
Muchos pediatras coinciden en que es normal que los niños se enfermen por lo menos unas seis u ochos veces al año, pero hay hábitos que pueden ayudar a pasar los síntomas rápidamente y con menor malestar.
En este blog, te queremos ofrecer algunas claves para reforzar el sistema inmune de tus hijos y pasar esta etapa con mayor tranquilidad.
- Presta atención a su alimentación: Ofrecer alimentos de calidad a tus hijos puede ser determinante para fortalecer su sistema inmune. Es importante que, desde pequeños, eduquemos a nuestros hijos con buenos hábitos alimenticios. Su alimentación debe ser variada, nutritiva y balanceada. Procura darle muchas verduras y frutas, sobre todo, las ricas en vitamina C y antioxidantes.
Las frutas y los vegetales ofrecen diferentes vitaminas y minerales con cualidades de refuerzo inmunológico que ayudan al cuerpo a crear más glóbulos blancos y así combatir infecciones y otras enfermedades.
Incluye en su dieta proteínas (de originen animal y vegetal), grasas saludables, como las del aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva virgen extra, y carbohidratos complejos, como los tubérculos y las menestras o legumbres. Evita los carbohidratos simples y refinados, como el azúcar, y la comida chatarra y alimentos procesados, como los embutidos.
- Asegúrate que duerma bien y lo suficiente: La falta de sueño puede hacer que los niños sean más susceptibles a las enfermedades, ya que reduce sus células naturales que ayudan al sistema inmunológico a combatir las infecciones. La cantidad de sueño que necesitan los niños depende en gran medida de su edad. Como regla general, los recién nacidos necesitan 18 horas al día, los niños pequeños hasta 13 horas y los niños de tres a doce años hasta 12 horas al día.
- Amamanta si puedes: Amamantar tiene ricos beneficios nutricionales e inmunológicos. La leche materna es el alimento natural que está mejor diseñado para satisfacer las necesidades de los bebés, porque contiene anticuerpos que pueden combatir las infecciones. A través de estos anticuerpos, la madre puede pasar algo de protección contra las enfermedades infecciosas que ella haya tenido en el pasado, y las que tiene mientras está dando pecho.
La leche materna también está compuesta de proteínas, grasas, azúcares e incluso glóbulos blancos que trabajan para combatir la infección de diversas maneras. Estos ayudan a combatir las infecciones gastrointestinales, ya que la leche materna va directamente al estómago y al intestino cuando los bebés la consumen.
- Anímalo a pasar tiempo al aire libre: Es importante que los niños reciban luz solar directa, por lo menos unos minutos al día. Una de las fuentes de vitamina D es el sol y nuestro cuerpo la produce cuando la piel se expone directamente a él.
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y juega un importante papel en el sistema nervioso, muscular e inmunitario. Los niveles bajos de vitamina D están relacionados con las enfermedades autoinmunes y los trastornos inflamatorios intestinales.
- Motívalo a realizar algún deporte: Hacer deporte no solo los mantiene en forma, les da fuerza y resistencia. Está comprobado que realizar alguna actividad física estimula el sistema inmunológico y aumenta el número de glóbulos blancos. Anima a tu pequeño a hacer el deporte que más le guste, o a probar de todo un poco. La idea es que se mantenga activo.
- Incluye complementos alimenticios: Para algunos niños los complementos pueden ser importantes. Es posible que su hijo necesite algún complemento de vitaminas o minerales si las prácticas alimentarias de su familia limitan los grupos de alimentos disponibles. Por ejemplo, si en su casa son veganos o vegetarianos o si tu hijo se reúsa a consumir un grupo de alimentos porque no le gusta su sabor.
La infancia es un periodo importante para el crecimiento y el desarrollo del cerebro, por eso hay algunas vitaminas que puedes dárselas en forma de complemento para complementar su ingesta de nutrientes.
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