Cuando se habla de vitaminas y de su impacto en la salud, muchas veces puede ser un poco confuso entender qué función hace cada una y por qué se deberían de tomar. Si bien la Vitamina C se ha calificado como la opción ideal para ayudar al sistema inmunológico y la E es conocida por sus propiedades curativas en la piel, hay algunas otras vitaminas que son claves e igualmente importantes, como lo es la Vitamina D3.
La Vitamina D es un tipo de vitamina que actúa más como una hormona esteroidea que como una ayuda dietética. Es decir, no está disponible en la mayoría de los alimentos como a menudo lo están otras vitaminas. Por eso, se estima que casi el 75% de las personas tienen algún tipo de deficiencia de esta vitamina en su cuerpo.
La Vitamina D se obtiene principalmente del sol. Cuando la piel absorbe la luz solar, sintetiza los rayos UVB en Vitamina D. Aunque se recomienda limitar la exposición prolongada al sol, obtener cantidades adecuadas de rayos es el primer paso para garantizar que tu cuerpo tenga buenas reservas.
La Vitamina D tiene un gran efecto en el estado de ánimo y, con el tiempo, puede ayudar a aliviar los síntomas de la depresión. Además, esta vitamina soluble en grasa, juega un papel importante en la forma en que el cuerpo absorbe otros nutrientes.
Pero no en todos lados hay un sol como el de California o Florida y no todas las personas pueden exponerse a él por problemas en la piel. Debido a que el proceso de síntesis varía de persona a persona, no todos tienen la misma capacidad para ingerir las cantidades adecuadas de Vitamina D para un bienestar óptimo. Aquí es donde entran en juego los complementos.
La Vitamina D3 puede tener un impacto en hasta 2.000 genes diferentes dentro del cuerpo y tiene un papel directo en muchos más aspectos de la salud, como lo es estimular la absorción intestinal del calcio y del fósforo.
Los receptores de Vitamina D3 se encuentran en casi todas las células, y tan pronto como la Vitamina se une a un receptor, activa o desactiva los genes, lo que provoca cambios a nivel celular.
Los estudios realizados durante las últimas dos décadas han demostrado que este proceso desactiva los genes que causan el cáncer, activa los genes inmunoprotectores e incluso les indica a las células qué vitaminas y minerales deben absorber. Todo esto mejora la salud ósea, el control de la insulina y la presión sanguínea; además, ayuda a prevenir las células cancerígenas, cuida de la salud cardíaca y mejora el estado anímico.
Deficiencia de Vitamina D3En los últimos años, los médicos han comenzado a prestar más atención al problema de la deficiencia de la Vitamina D3 y lo que esto puede causar. Algunos de los más comunes incluyen dolor severo en los huesos (que a veces conduce a fracturas por sobrecarga o al desarrollo de osteoporosis), dolores musculares y debilidad general, fatiga y malestar general, depresión y dificultad para caminar.
Se estima que alrededor del 32 % de los niños y adultos tienen deficiencia, y que aproximadamente el 50 % de la población está en riesgo de desarrollar una. Esto se debe a muchos factores, la mayoría de los cuales giran alrededor de la falta de sol.
Tomar un complemento de Vitamina D3 puede ayudar en casos de deficiencia. Además, es ideal para protegerse contra los virus como el resfriado, para mantener los huesos fuertes, prevenir la osteoporosis, reducir el riesgo de enfermedades cardiacas y para controlar la presión arterial alta.