Las semillas de linaza son pequeñas semillas de color marrón o dorado que provienen de la planta del lino. Tienen un sabor agradable y muy suave a nuez, y son ricas en fibra y una variedad de otros nutrientes.
Durante años el cultivo de lino ha formado parte de nuestra dieta y de la industria textil. Actualmente su uso se ha ampliado tanto a la cocina gourmet como a la elaboración de alimentos industriales. Gracias a sus excelentes propiedades, una gran variedad de productos del mercado ha empezado a incluir la linaza entre sus ingredientes y es común verla en panes, galletas, cereales y barritas.
Con el ritmo de vida que llevamos actualmente, buscamos alimentos prácticos y de fácil consumo y que nos otorguen una mejor salud y calidad de vida. Las semillas de linaza nos permiten realizar diversas y fáciles preparaciones en casa para aprovechar todas sus propiedades.
Beneficios de la linaza
Las propiedades de la linaza y sus beneficios van más allá de su sabor y textura. Su variada composición transforma a la linaza en uno de los mejores alimentos para proteger al organismo de diversas enfermedades.
- Combate el estreñimiento: la linaza es rica en fibra, por lo que nos ayuda a depurar nuestro cuerpo eliminando toxinas y contribuyendo positivamente a promover el tránsito intestinal. Además, es un excelente remedio natural para las malas digestiones y el ardor de estómago.
- Contiene proteínas: La linaza es una buena fuente de proteína vegetal, por eso las personas que llevan una dieta vegetariana pueden considerarla como una buena alternativa.
- Fuente de Minerales: Esta semilla es también una excelente fuente de minerales como el magnesio y manganeso. Ambos son componentes que contribuyen de manera importante en el desarrollo de los huesos.
- Prevención de enfermedades crónicas: la linaza es considerada un alimento funcional debido a su variada cantidad de compuestos bioactivos que ayudan a la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles.
- Regula el sebo del cabello: Las semillas calman el cuero cabelludo y ayudan a equilibrar las glándulas sebáceas para producir la justa cantidad de aceite para un pelo sano. Además, mejora los problemas de caspa y de puntas abiertas o secas.
¿Cómo consumirla?
Lo cierto es que la linaza es un alimento bastante versátil. Su alto contenido de ácidos grasos esenciales la convierten en un buen complemento nutricional para nuestra alimentación habitual. Se recomienda comer la linaza molida o en aceite; ya que cuando está entera el cuerpo suele no digerirla bien y no aporta todos sus beneficios nutritivos.
Puedes agregar la linaza molida a alguna receta, jugos o una taza de frutas picadas. Si quieres aprovechar al máximo los nutrientes de la semilla, puedes molerla en casa y usarla a corto plazo. En las recetas veganas la linaza es un efectivo sustituto del huevo.
Otra forma de aprovechar sus propiedades es consumir la linaza en agua fría o en infusiones, agregando una cucharada por cada vaso de agua y dejando remojar unos minutos antes de beber.
También al prensar en frío las semillas, se obtiene el aceite de linaza. Este es fácil de agregar a tu dieta en cualquiera de tus comidas, por ejemplo, como aderezo para ensaladas.
Te recomendamos incluir la linaza en tus próximas preparaciones, o incluso, a través de complementos alimenticios que la incluyan entre sus ingredientes. De esta manera podrás aprovechar todos los beneficios que la linaza le aportará a tu organismo.